Déjame entrar Spoiler

Dentro de mi mundo de ocio no es fácil encontrar el momento para ver una película lenta. Es más, podría decir que, últimamente me cuesta hasta ver una película, acostumbrada a tantas series, donde a los personajes tienes más tiempo de conocerlos, así como los guionistas de crearlos y dortarlos de una personalidad más compleja y de una evolución creíble. A esto le puedo añadir la rapidez con las que la mayoría de series se desarrollan y la gran cantidad de diálogos que suelen tener, así que encontrar el momento justo de no sólo ver una película, sino una película sueca, me supone esfuerzo extra.

La película me ha encantado, pero no voy a decir que la lentitud de las escenas es apropiada para el ambiente que la película quiere crear, ya que, en realidad, creo que algo más de ritmo la hubiera hecho mejor. Al menos, desde mi punto de vista, claro.

Dejando de lado mi prioridad por las películas o series rápidas y con mucho diálogo, Déjame entrar es preciosa. Es una historia sobre vampiros original y mística, con una fotografía fría y cálida a la vez. Creo que el hecho de que las escenas y la historia sean tan bellas, hace que te olvides un poco de la credibilidad de la historia. Quiero decir que si hay partes del argumento que no te cuadran o no has acabado de entender... tampoco te importa mucho.

La escenas entre los dos niños son muy sensuales y dotan de ternura a los dos personajes, hecho que hace que entres más en la historia. También creo que la caracterización de Eli, la niña vampiro, está muy lograda, creando una mezcla de niña dulce con un físico deteriorado a la vez.

Me alegro de haber hecho un parón dentro de mi ocio ajetreado para verla.