El Stonehenge es un monumento megalítico que se construyó en la Edad de Bronce y está rodeado de misticismo, ya que no se sabe exactamente para qué ni se entiende cómo se construyó, ya que en el solsticio de verano el sol salía justo atravesando el eje de la construcción tal y como nos explica nuestra querida Wikipedia.
Creo que lo que más me impresionó del monumento es la primera vista desde la carretera. El Stonehenge está situado en un largo prado verde lo que proporcionaba junto al increíble cielo azul (al menos el día que yo fuí) un precioso constraste de colores. Una vez visto lo visto desde fuera, el resto de la visita consiste simplemente en verlo más de cerca, a no ser que estés muy interesado en el tema y decidas contratar un servicio de guía para indagar más en el tema. La visita al monumento se trata de un acercamiento, supongo que por temas de seguridad no se puede entrar dentro del conjunto de piedras ni, por supuesto, tocarlas.
A mí me pareció algo cara la entrada, alrededor de unas 6 libras, para ser un monumento al aire libre. De todos modos se puede consultar más información incluyendo los precios actuales en la web oficial.
Es un visita no muy común, ya que la mayoría de turistas que van a Inglaterra van a Londres y ésta ciudad deja muy poco tiempo para hacer visitas extraordinarias, pero si se repite destinación, se puede alquilar un coche y en un par de horas de Londres plantarse en este monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Recomendaciones:
- Alquilar el coche desde cualquiera de los aeropuertos cercanos a Londres y devolverlo allí, evitando entrar en la ciudad.
- Llevar dinero en efectivo. Cuando yo llegué no se podía pagar con tarjeta por un problema técnico y tuvimos que volver al pueblo de al lado a sacar dinero en un cajero, lo que no fué un problema al ir en coche, pero hubiese sido más complicado si hubiesemos llegado allí en autobús.
Creo que lo que más me impresionó del monumento es la primera vista desde la carretera. El Stonehenge está situado en un largo prado verde lo que proporcionaba junto al increíble cielo azul (al menos el día que yo fuí) un precioso constraste de colores. Una vez visto lo visto desde fuera, el resto de la visita consiste simplemente en verlo más de cerca, a no ser que estés muy interesado en el tema y decidas contratar un servicio de guía para indagar más en el tema. La visita al monumento se trata de un acercamiento, supongo que por temas de seguridad no se puede entrar dentro del conjunto de piedras ni, por supuesto, tocarlas.
A mí me pareció algo cara la entrada, alrededor de unas 6 libras, para ser un monumento al aire libre. De todos modos se puede consultar más información incluyendo los precios actuales en la web oficial.
Es un visita no muy común, ya que la mayoría de turistas que van a Inglaterra van a Londres y ésta ciudad deja muy poco tiempo para hacer visitas extraordinarias, pero si se repite destinación, se puede alquilar un coche y en un par de horas de Londres plantarse en este monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Recomendaciones:
- Alquilar el coche desde cualquiera de los aeropuertos cercanos a Londres y devolverlo allí, evitando entrar en la ciudad.
- Llevar dinero en efectivo. Cuando yo llegué no se podía pagar con tarjeta por un problema técnico y tuvimos que volver al pueblo de al lado a sacar dinero en un cajero, lo que no fué un problema al ir en coche, pero hubiese sido más complicado si hubiesemos llegado allí en autobús.
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