El episodio cuarto de la séptima temporada de Entourage se ha convertido en mi episodio favorito de la temporada, de hecho, creo que es mi episodio favorito de la cuarta, quinta, sexta y séptima temporada juntas. Bueno, si quitamos el capítulo en el que aparecía Matt Damon, ése se merece un punto y aparte. La razón es obvia y simple, me ha hecho reir, y hacía mucho que eso no pasaba.
Ari me ha hecho reir cuando le dice a su nuevo asistente que no intime con él que le incomoda, y me gusta mucho como nos están preparando para su batalla con Lizzie, tengo ganas de que Lizzie esté a punto de acabar con él en algo en concreto para que él la machaque. En realidad, Lizzie tiene razón en estar mosqueada, pero nos da igual, el deseo de que Ari la destroce es mayor que nuestra ética.
La química que Stamos y Drama parecen buscar en la ficción, la han encontrado en la realidad, ya que las dos partidas de ping-pong jugadas me han parecido muy graciosas, así como el mosqueo de Stamos por no saber perder y la bajada de pantalones de Drama... ¿se ha dejado de verdad ganar o era un vacile? No lo sé, pero me ha encantado todo el desarrollo de la primera visita en casa de Vincent mostrándonos la inseguridad que Johnny esconde fatal. Por cierto, pensaba encontrarme con un Stamos algo patético, pero casi está más guapo ahora que antes.
La historia de Turtle quizás ha sido la más flojilla, porque la de Vince ha sido inexistente, el pobre parece cada vez más destinado a ser secundario de su propia serie, y la historia entre Alex y Turtle empieza a hacerse algo larga, que se enrollen ya, que corten y que vuelva Meadow Soprano!
Y el personaje de Lavin, ha pasado de dar grima a dar risa, el momento en que Eric está hablando con Sloan sobre lo gilipollas que es y éste sale a lo lejos y se pone a simular una pelea de boxeo... es tan gilipollas que me ha hecho mucha gracia. De todos modos, lo mejor de este capítulo ha sido el final, ese Eric que se queda sólo mientras sus amigos se van a liarla a Las Vegas junto al hombre que teme que le robe a su mejor amigo, porque tiene que ayudar a su prometida a planear la boda. Es duro madurar, pero madurar sólo lo es aún más.
Ari me ha hecho reir cuando le dice a su nuevo asistente que no intime con él que le incomoda, y me gusta mucho como nos están preparando para su batalla con Lizzie, tengo ganas de que Lizzie esté a punto de acabar con él en algo en concreto para que él la machaque. En realidad, Lizzie tiene razón en estar mosqueada, pero nos da igual, el deseo de que Ari la destroce es mayor que nuestra ética.
La química que Stamos y Drama parecen buscar en la ficción, la han encontrado en la realidad, ya que las dos partidas de ping-pong jugadas me han parecido muy graciosas, así como el mosqueo de Stamos por no saber perder y la bajada de pantalones de Drama... ¿se ha dejado de verdad ganar o era un vacile? No lo sé, pero me ha encantado todo el desarrollo de la primera visita en casa de Vincent mostrándonos la inseguridad que Johnny esconde fatal. Por cierto, pensaba encontrarme con un Stamos algo patético, pero casi está más guapo ahora que antes.La historia de Turtle quizás ha sido la más flojilla, porque la de Vince ha sido inexistente, el pobre parece cada vez más destinado a ser secundario de su propia serie, y la historia entre Alex y Turtle empieza a hacerse algo larga, que se enrollen ya, que corten y que vuelva Meadow Soprano!
Y el personaje de Lavin, ha pasado de dar grima a dar risa, el momento en que Eric está hablando con Sloan sobre lo gilipollas que es y éste sale a lo lejos y se pone a simular una pelea de boxeo... es tan gilipollas que me ha hecho mucha gracia. De todos modos, lo mejor de este capítulo ha sido el final, ese Eric que se queda sólo mientras sus amigos se van a liarla a Las Vegas junto al hombre que teme que le robe a su mejor amigo, porque tiene que ayudar a su prometida a planear la boda. Es duro madurar, pero madurar sólo lo es aún más.
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