viernes, 3 de septiembre de 2010

Mad Men 4x05 (Spoilers)

Y mientras en Sterling Cooper Draper Pryce se pelean por conseguir nuevas cuentas, en este caso Honda, con Don haciendo peripecias que personalmente no he conseguido entender del todo, vuelve Betty. Ya era hora.

El momento Sterling atacando a los japoneses me ha parecido tan surrealista que no me veo capaz de opinar, ¿es forzado? ¿era real en esa época sentirse así? El tema se ma va de las manos, así que no me veo capacitada para opinar sobre eso. Lo que no me cuadra es la insinuación de que su comportamiento puede estar reforzado por el miedo a perder poder dentro de la compañía. O se entiende el odio a los japoneses o el miedo a perder el control, pero no me creo que el miedo a perder el control te haga acrecentar un odio al que, en caso de existir, consideraría algo más fuerte que eso.

En el terreno familiar, Sally, como ya se anunciaba al principio de la temporada, empieza a ganar un protagonismo importante. No se puede decir que no es hija de su madre, porque aunque entre las dos parece haber una relación complicada, si hay algo que las une es esa mirada perdida y esa aurea de idas que las rodea a las dos. Quizás yo soy una mojigata pero creo que a los diez años ni sabía exactamente las diferencias entre niño y niña. De todos modos, entrar en la mente de Betty, ya sea entre las sábanas con su nuevo marido o en el diván de la psicóloga de su hija, siempre me parece fascinante.

Si hay algo que me ha gustado de estos dos últimos capítulos, son unos nuevos toques humorísticos que parecían haber desaparecido totalmente de la serie. En la temporada pasada esos comentarios estuvieron relacionados con Peggy y sus nuevos amigos y en este capítulo con la nueva secretaria de Don. Puede que no tengan mucha importancia, pero yo veo un chiste y me agarro a él como una lapa.

2 comentarios:

Unknown dijo...

A mí me pareció en extremo interesante ver cómo los conflictos entre países que dejó la guerra (ojo, Sterling lo vivió en la carne de sus propios amigos, no de oídas) quedan atrás por el "negocio"; supremamente válido y creíble, a mi parecer.

En cuanto a Sally, por favor, yo me masturbaba creo que mucho antes de cumplir 10 años. Lo grande de todo esto, fue la diferenciación que Betty Draper hace entre lo público y lo privado, aunque le diga a la niña que no debe hacerlo en ninguno de los dos ámbitos. Genial que utilice eufemismos cuando habla con su marido y a Don le diga directamente la palabra "mastuubación". Esto me ha parecido brillante.

Y la secretaria de Don y la resignación de éste al aguantársela nos está dando grandes momentos.

missjones dijo...

si??? pues entonces está claro que yo soy la mojigata jejeje

a mí lo que no me pareció creíble es que dejaran atrás el conflicto por el negocio sino que el discurso antijaponeses que Sterling les suelta, resulte que les parezca a todos que en realidad es porque Sterling tiene celos de Campbell. Y que, en el fondo, acaben dando a entender que sí.