Iba a explicar porqué esta película, a pesar de no estar firmada por Apatow, parece que lleve su sello... en su defecto, y por no ser repetitiva (seguro que todas las críticas han comentado lo mismo) voy a explicar porqué creo que John Hamburg (el director) ha intentado imitar, con resultados poco satisfactorios, las producciones del primero.
Judd Apatow puso de moda el bromance, un género en el que se combinan las palabras brother-romance y que viene a ser algo así como una amistad, entre dos hombres heterosexuales, que es tan profunda que roza el amor (pero sin llegar a ello). En realidad no es ningún género nuevo, en muchas películas o series hay personajes, incluso protagonistas, que tienen esa persona que daría todo por ellos, sólo que hasta entonces se le denominaba "mejor amigo". Apatow ha ido más allá al hacer esas películas que, a priori, podrían parecer típicas de adolescentes pero que no tienen un final convencional, no es un final feliz donde chico y chica van al baile juntos, o consiguen la ansiada cita... en sus películas los protagonistas son los hombres y su amistad, sin tintes gays o, vulgarmente, sin mariconadas.
Te quiero, tío tiene la misma tipología que esas películas, incluso tiene protagonistas propios de esas películas (Paul Rudd y Jason Segel están adscritos a lo apatowniano), el problema es que en esta película, sobre todo Paul Rudd, no deja de ser un clon de lo que ya ha sido en trabajos anteriores... ¿que está encasillado? tal vez, pero eso no quiere decir que deba interpretar el mismo papel una y otra vez. Su personaje me parece flojo, muy flojo, a pesar que la historia se centre en él; va a casarse y no tiene a quién pedirle que sea su padrino porque apenas tiene amigos de su mismo sexo, aquí empiezan los problemas y la búsqueda del "padrino perfecto". En esas que, después de una infructífera búsqueda con personajes de lo más variopinto, aparece Jason Segel en el papel de "casi-perfecto amigo". Aunque Segel también tiene tendencia a jugar los mismos roles... al menos aquí se posiciona de manera diferente.
Si algo tienen de cercanas estas películas es que tratan temas cotidianos, corrientes, situaciones tan tontas que pueden ocurrirle a cualquiera (bien, la búsqueda del padrino es un poco irreal) y Segel consigue dar, aquí, ese toque de realismo a la película, porque si bien es cierto que su personaje es algo estrafalario y rarito... ¿quién no lo es? Dice las cosas de manera clara y logra, a su manera, que Rudd baje de esa nube rosa en la que parece vivir.
Y es que cuando digo que Hamburg copia a Apatow, me refiero a eso, Apatow nos da situaciones completamente reales o bien tan completamente absurdas que son absolutamente irreales y, a mi entender, lo hace con conocimiento de causa, sin embargo a Hamburg le ha salido esta película, así, de esta manera, sabiendo lo que quería hacer pero tal vez no ha sabido darle la interpretación adecuada. Tal vez ha pensado que con un guión de ese estilo y esos personajes lo tenía todo hecho, pero no, no se puede jugar a ser Apatow.
Continuar leyendo...
Judd Apatow puso de moda el bromance, un género en el que se combinan las palabras brother-romance y que viene a ser algo así como una amistad, entre dos hombres heterosexuales, que es tan profunda que roza el amor (pero sin llegar a ello). En realidad no es ningún género nuevo, en muchas películas o series hay personajes, incluso protagonistas, que tienen esa persona que daría todo por ellos, sólo que hasta entonces se le denominaba "mejor amigo". Apatow ha ido más allá al hacer esas películas que, a priori, podrían parecer típicas de adolescentes pero que no tienen un final convencional, no es un final feliz donde chico y chica van al baile juntos, o consiguen la ansiada cita... en sus películas los protagonistas son los hombres y su amistad, sin tintes gays o, vulgarmente, sin mariconadas.
Te quiero, tío tiene la misma tipología que esas películas, incluso tiene protagonistas propios de esas películas (Paul Rudd y Jason Segel están adscritos a lo apatowniano), el problema es que en esta película, sobre todo Paul Rudd, no deja de ser un clon de lo que ya ha sido en trabajos anteriores... ¿que está encasillado? tal vez, pero eso no quiere decir que deba interpretar el mismo papel una y otra vez. Su personaje me parece flojo, muy flojo, a pesar que la historia se centre en él; va a casarse y no tiene a quién pedirle que sea su padrino porque apenas tiene amigos de su mismo sexo, aquí empiezan los problemas y la búsqueda del "padrino perfecto". En esas que, después de una infructífera búsqueda con personajes de lo más variopinto, aparece Jason Segel en el papel de "casi-perfecto amigo". Aunque Segel también tiene tendencia a jugar los mismos roles... al menos aquí se posiciona de manera diferente.
Si algo tienen de cercanas estas películas es que tratan temas cotidianos, corrientes, situaciones tan tontas que pueden ocurrirle a cualquiera (bien, la búsqueda del padrino es un poco irreal) y Segel consigue dar, aquí, ese toque de realismo a la película, porque si bien es cierto que su personaje es algo estrafalario y rarito... ¿quién no lo es? Dice las cosas de manera clara y logra, a su manera, que Rudd baje de esa nube rosa en la que parece vivir.
Y es que cuando digo que Hamburg copia a Apatow, me refiero a eso, Apatow nos da situaciones completamente reales o bien tan completamente absurdas que son absolutamente irreales y, a mi entender, lo hace con conocimiento de causa, sin embargo a Hamburg le ha salido esta película, así, de esta manera, sabiendo lo que quería hacer pero tal vez no ha sabido darle la interpretación adecuada. Tal vez ha pensado que con un guión de ese estilo y esos personajes lo tenía todo hecho, pero no, no se puede jugar a ser Apatow.